Este es el podcast de 1000 palabras. Episodio 242. Tácticas para hablar en público y manejar el miedo. Te damos la bienvenida. Este es el podcast de 1000 palabras, un espacio con ideas, historias y conceptos de comunicación efectiva para ser más exitoso en tu empresa en tu mundo digital. En tu emprendimiento y en tu vida con ustedes.
Santiago, ríos.
Hey, ¿qué tal como va todo? Que bueno tenerte en esta nueva entrega de nuestro podcast con comunicación efectiva. Semanalmente. Presentamos ideas, conceptos invitados, historias sobre comunicación efectiva en los negocios digitales, el marketing digital, comunicación con nosotros mismos comunicación con equipos de trabajo, comunicación organizacional.
Y en el episodio de esta semana vamos a hablar puntualmente de las presentaciones en vivo. Cuando alguien tiene que hacer una presentación que debería tener en cuenta. Esto me hace acordar de un episodio de esos relacionados con las cosas de las que uno se arrepiente en la vida. Realmente son pocas las cosas de las que me arrepiento.
Una de ellas se las voy a compartir en un momento. Y tiene que ver con las presentaciones en vivo con presentar una idea, un proyecto, un concepto es algo que me salió completamente mal en un momento de esa historia. Antes contarles que me acompaña en la producción y publicación de este episodio, John Edison Montoya.
Cómo les contaba? Hay muy pocas cosas en mi vida de las cuales me arrepiento muy poquita de verdad. Yo creo que las cosas no tan buenas que me han pasado han ocurrido, por ejemplo, por tomar malas decisiones por atreverme a más, por ser impulsivo, por ser llevado de mi parecer, por tratar de imponerme.
Pero detrás siempre hubo una buena intención de lograr algo. Siempre fui fiel a mis convicciones. Siempre quería que las cosas pasaran. Obviamente uno puede tener buenos valores, buenas intenciones, objetivos claros, planificación, toda la determinación. Pero a veces las cosas no salen como uno espera básicamente porque hay ciertos aspectos externos que no están bajo el control de uno.
Y porque así tenga las mejores intenciones. Quizás te estás equivocando en las formas de hacer las cosas, pero digamos que con todos esos resultados que no salieron también no me arrepiento porque prefiero haberme lanzado, haberme quedado inmóvil. Y precisamente esos episodios de los que me arrepiento en mi vida tienen que ver con quedarse quieto con no haber hecho nada.
Hay uno en particular que me ocurrió cuando vivía en estados unidos cuando estaba estudiando un postgrado de marketing de comunicaciones y me acuerdo que nos pidieron un proyecto, creo que era como una presentación de un producto ficticio. Teníamos que inventar el producto, darle un nombre, argumentar beneficios, es decir, presentar el producto a nuestros compañeros de clase.
Pasaron dos cosas. Tuvimos el suficiente tiempo para preparar el trabajo para preparar esa presentación. Y yo como que me fui como empellejando yo no sé esas cosas que uno va pero que destinando. Uy, hace rato no usábamos esa palabra famosa hace cuatro años. Ya ha perdido un poco de uso. ¿No? Pero todavía es válido mencionar que existe la pro destinación, que vamos aplazando las cosas sin razón aparente que nos vamos inmovilizando.
Yo ya venía como aplazando la cosa como descuidando con ese proyecto, lo cual era raro porque cuando yo estuve en mi posgrado, fui muy juicioso con las tareas y con los trabajos. Pero en ese proyecto puntual, yo no sé algo. Tenía de pereza y no estaba avanzando como yo quería para acabar de ajustar el día anterior a la presentación del proyecto, el cual lo tenía destinado para terminarlo, porque como que dejé lo importante para el final ese día previo a la presentación, me metí en un rollo amoroso maluco no más que amoroso un rollo de desamor por qué.
Tuve una discusión fuerte con una persona con la que estaba saliendo en estados unidos. No era mi novia, pero esta persona, a mí me gustaba bastante. Ah, en estos días hablé de ella, ¿verdad? No quiero hija. Mi esposa va a decir, pero este sí que se está acordando de aquella. No, no, no, no. Es simplemente por la historia, ¿no?
Y por significar que no me fue bien con ella. Pues, ¿para qué? Pero a mí, esta mujer me gustaba bastante. No me paraba tantas bolas como yo quisiera. Y ese día previo discutimos y malco y la cosa no avanzaba. Y yo quedé con esos dolores en el corazón juveniles. Esos despechos horribles yo aburrido como un hijo de madre.
Y esas cosas que el poco tiempo que tenía en la noche para preparar mi trabajo en la universidad, no lo utilicé. No lo aproveché correctamente. No me concentré. No me metí de lleno en el proyecto y la verdad. Pues el resultado al final de la noche de la madrugada, creo, fue bastante pobre. Al otro día llegamos a presentar el proyecto a clase y el profesor dice que es mi turno.
Yo creo que yo pronuncio unas dos o tres frases en inglés. Y yo le digo. No profesor. Yo no puedo. Yo no puedo. ¿De verdad? No, no puedo. Y yo con un tema lastimero con una cara tan maluca yo no sé cómo buscando como esa empatía, como algo de consuelo en la audiencia de mis compañeros estudiantes, como que, en el fondo, buscando que alguien me era pobrecito, que te pasó y que te pasó y yo contar no es que pelee ayer con esta tal.
No, no sé, era como yo victimización ahí maluca como tratando de generar una lástima. No, la verdad fue una situación muy patética para mí que de verdad de las situaciones que me arrepiento en la vida total, el profesor se le notaba la molestia, pero tampoco puede enojado. Me dice bueno, siéntese, no pasa nada.
Todo el mundo presentó su proyecto. Y mientras yo oí a los proyectos de los demás, yo sentía que con lo que tenía, pude haber hecho algo más de pronto no para haber sido sobresaliente, pero al menos para pasarlo hombre, pues, para presentar el trabajo bien, para demostrar que soy responsable, que trabaje, que me interesó, no la gente seguía presentando y yo creía que lo mío pudo haber funcionado, al menos en el promedio de las presentaciones.
Entonces cabe me arrepentía yo más del cuento. Cuando terminaron todas las presentaciones. Yo pensé no, yo necesito una segunda oportunidad. No, no, no, no, qué pena esto. Entonces me le acercó al profesor y dije profesor, discúlpeme, lo que pasó es que tuve una situación muy molesta ayer. Yo le quería pedir el favor.
Si. De pronto usted me deja presentar mi proyecto la próxima semana. Y el tipo me dice no era hoy la próxima semana. No. Profesor, no, pero es que, mire, no quiero perder la nota, por favor, dame la oportunidad. Y él me dice pues obviamente este proyecto lo perdió. Yo no creo que usted vaya a perder la nota de esta materia, pero la presentación de su proyecto era hoy, no dentro de una semana.
¿Qué le iba yo a discutir? Me sentí como un culo. Les digo la verdad. Me sentí horrible por haber desaprovechado ese momento por haber dado esa impresión tan negativa mía. Ese es uno de los episodios de los que me arrepiento en la vida.
Lo que me pasó a mí, la historia que les acabo de narrar tiene que ver con una persona que la podemos enmarcar en uno de estos tres tipos de reacciones o de mentalidad. Y que tienen que ver con las presentaciones en público. Vamos a mencionar las tres una por una. La primera la explica a la historia que acabo de contar.
Alguien se paniquea le da miedo. Y en lugar de hacer la presentación, huye, o si no huye, se paraliza en el escenario. No le salen las palabras. Esos 20 minutos parado frente a una audiencia se vuelven un martirio no solamente para el presentador, sino para la gente que lo está escuchando. Un martirio total aquí.
Me acuerdo de lo que decía Seinfield el comediante. Creo que ya lo compartí en otro capítulo de este podcast, pero les cuento la historia porque es divertida, decía San, yo no sé dónde sacó este dato. De pronto no tiene ningún rigor científico, pero es divertido como lo cuenta él. Entonces dicen una de sus rutinas de comedia que la muerte es el principal miedo del hombre.
Que el segundo miedo es hablar en público. Entonces, que a las personas que les toca hablar en un funeral prefieren estar acostados en el at tabú. Prefieren ser muerto que darles hablando a las personas que asistieron al entierro. Bueno, la conclusión de seinfield divertida, por cierto. Pero bueno, ese es otro tema, la segunda característica o el segundo enfoque de cómo enfrentar este hablar en público es aquel que llega con esas con esa actitud de yo me las hace todas.
De esto es papita, pa loro, exacto, actitud de no, yo manejo eso. Yo ya me siento y hablo cualquier cosa. Yo cuento lo que sé y ya. Eso lo ha visto uno en ciertos escenarios donde, digamos, hay un rigor, un conocimiento que uno quiere adquirir. Y hay un congreso y uno se encuentra tres o cuatro conferencistas muy buenos.
Otros que no son tan buenos, pero que uno sabe que prepararon el tema. Otros que de pronto tienen un tema que no le pega a uno, pero a otra gente sí. Quisieron algo por prepararse, pero llega por ahí un quinto conferencista. No sin nada. No, no dicen no. A mí me gustan las cosas informales. A mí me gusta, pues, así como charla como sabroso.
Entonces, más bien, yo me siento acá y yo voy hablando y ustedes me van haciendo preguntas. Ah descara o de verdad, ¿hombre? Pues como una falta de respeto con el evento con los profesionales que están al frente, hay mucha gentuza de ese tipo que llegan con esa soez. Como me importa cinco centavos, no preparo nada.
A mi me encanta que ha pasado en la vida real y en película lo ve uno que llega, por ejemplo, un tipo experto en algo y llega, pues sobrado y el man. Así que le den la importancia que es el presentador y se sienta ante un público que posiblemente son estudiantes. De secundaria o incluso hasta niños van saliendo estas personas con unas preguntas tan interesantes y cuestionaras que el presentador se empieza a incomodar como sí, claro.
Y hacía a dudar y a gaguear y se ofusca, no, pero es que yo no vine a eso porque me están preguntando eso y se empiezan a molestar y bueno, y termina todo mal, básicamente. Porque no prepararon nada, pero sobre todo porque llegan con esa actitud arrogante de no me importa. Y hay una tercera manera de enfrentar las presentaciones, que es la ideal.
Ese tercer enfoque es reconocer que hay algún nivel de miedo. A veces el nivel es mucho, a veces no es tanto, pero reconocer que existe esa sensación especial de que algo va a pasar y que le estoy dando importancia al tema. Es lo que he mencionado aquí en otros episodios que decían mucho el entrenador colombiano Hernán diario, el bolillo Gómez y el ex arquero Rene Higuita que antes de los partidos importantes decían hay un sustico bacano.
Hay esa sensación en el estómago como de mariposas, como algo bueno va a pasar. Estoy emocionado. Me asusto que de pronto las cosas no salgan como son. Me da asusto la reacción de la gente. Reconocen que hay un miedo, pero lo manejan o lo enfrentan por ahí también que uno escucha algunas afirmaciones valiosas sobre cómo se debe manejar el miedo.
Una de ellas interesantes afirma que el miedo no se puede erradicar por completo. Que tenemos derecho a sentir miedo porque somos humanos. Uy, en estos días me pasó con un proceso odontológico. A propósito, hace tiempos no sentía tanto miedo a mí. La verdad. La odontología nunca me ha dado miedo, pero este procedimiento en particular me asustó bastante.
Ni siquiera me estaba doliendo. Y el médico muy comprensivo, muy querido me dijo vea mi hermano se va a tener que calmar porque si no no va a poder trabajar. Deje de temblar. Me lo dijo querido pero firme que pasó en el procedimiento. Seguí con miedo. Sí, pero sabía que tenía que enfrentar el tema. No podía huirle a la cuestión.
Si no me sometí a ese procedimiento de teológico, iba a tener consecuencias peores de eso. Sí que me hubiera arrepentido. Entonces, volviendo con esa afirmación que he leído en algunas partes que todos tenemos derecho a sentir miedo, el problema no es sentirlo. Eso no nos hace miedosos ni cobardes, pero somos valientes.
Cuando sabiendo que tenemos miedo, lo enfrentamos y hacemos lo que tenemos que hacer en este caso, como venimos hablando, hablar en público, porque aparte ese sustico bacano que tenemos que lograr hace algo muy interesante por nosotros es tener un nivel beneficioso de estrés. Alguna vez hice un episodio sobre este tema del estrés que explica que hay un estrés tóxico que te inmoviliza
Te fastidia, no te deja trabajar correctamente, pero hay otro estrés que te motiva y la verdad. Si nos ponemos a ver la vida para vivirla de manera plena, está llena de pequeños obstáculos que son un estrés. A veces los obstáculos obviamente son muy grandes, ni mucho menos. Aquí voy a desestimar una tragedia.
Una guerra como amente estamos viviendo en estos días unas situaciones de enfermedad horribles que suceden. Claro, hay problemas mayores y hay personas que lo sufren más. Pero digamos que una persona promedio normal tiene esos pequeños obstáculos que son como unos pequeños componentes de estrés para salir adelante.
Por ejemplo, si una empresa tiene 10 clientes y más o menos, a todos se les factura lo mismo, si de un momento a otro se elevan dos de esos 10 clientes, ahí hay un estrés que va motivar la búsqueda de nuevas maneras para encontrar más clientes. Ese estrés te mueve a hacer cosas que nunca has hecho a sacar otra versión tuya a aprender más.
Entonces es un estrés beneficioso. Y en este sentido, las tácticas que voy a compartir hoy tienen que ver con ponerte bajo presión, porque si te ponen bajo presión con toda seguridad, vas a manejar mejor el miedo y hablar en público.
Ya regresamos después de estos mensajes, estamos hablando de tácticas para hablar en público y manejar el miedo. Este podcast es presentado por el libro electrónico como crear un podcast desde cero para crecer tus audiencias. Es una guía gratuita en la que Santiago ríos compila la experiencia de más de episodios producidos para algunas de las empresas más grandes de Colombia.
Cómo crear un podcast desde cero para crecer tus audiencias lo encuentras en triple w palabras. Com com. Cuando termines este episodio, te invitamos a escuchar en Spotify el podcast. Somos canciones, una conversación con gente que sabe de música y ama la música, artistas, canciones, géneros y conciertos que recomiendan nuestros invitados.
Historias interesantes en las que la música fue protagonista. Recuerda, somos canciones. Estamos de regreso a nuestro podcast. Estamos hablando de tácticas para hablar en público y manejar el miedo.
Estas tácticas las he tomado de un artículo escrito por carmín galo para el sitio ww inc com. Damos el crédito respectivo y también vamos a poner el enlace al artículo original. Carmin galo a propósito. Tiene un libro fantástico que se lo recomiendo. También les dejo el link. Este libro del que les hab se llama secretos de presentación de Steve Jobs.
Me parece haber visto una versión en español para los que no hablan inglés. De verdad que supe recomendado este artículo se llama seis tácticas inusuales depresión para presentaciones seguras. De nuevo, su autor carmín galo, vamos a desarrollarlas. Dice galo. Practicar una habilidad lleva a la mejora en algún momento, pero practicar de la manera correcta es la clave para progresar mucho más rápido.
El autor de esta nota carmín galo dice que, como coach de comunicación, busca tácticas para ayudar a los oradores a superar sus miedos. Y aumentar su confianza. El explica. A menudo busco inspiración en otra habilidad que muchas personas encuentran desafiante el golf, los golfistas recreativos a menudo se desmoronan entre el campo de práctica y el primer ti porque no practican correctamente en el campo de práctica.
No hay nadie mirando. La pelota siempre está perfectamente ubicada y el mismo tiro se puede repetir una y otra vez. Los golfistas profesionales saben que el secreto está en aumentar la presión en la práctica, mejor dicho, entre otras, aumentar la presión es aumentar el estrés. Por eso galo recomienda algunas tácticas de presión que puedes aplicar para ensayar tu próxima presentación.
Primera respirar. La mayoría de los aficionados en cualquier deporte olvidan respirar efectivamente. Los instructores de golf le recuerdan a un alumno que tome respiraciones lentas y profundas antes de comenzar. Pero si no lo practicas, lo vas a olvidar. Utiliza el mismo enfoque antes de tu presentación.
Respira profundamente, llenando tus pulmones. Manten la respiración durante cuatro segundos y exhala lentamente. Repite esto tres o cuatro veces para reducir tu ritmo cardíaco y calmar tu mente. Yo complementaría algo a esta recomendación de galo de respirar que mucha gente también lo acompaña con algo de una pequeña meditación.
Si crees en alguien, reza, le ae alguien. Que te ilumine, que te de sabiduría para compartir bien ese conocimiento que tienes en tu presentación. Yo particularmente creo en Dios y yo le pido algo a Dios más que yo quedar muy bien, yo le pido, por favor, ayúdame a que esta gente se lleve algo interesante hoy de esta presentación a que les quede algo.
Ayúdanos a que salgan de aquí sabiendo más. De lo que sabían antes de que entraran antes de que me escucharan ahí se cambia un poco la perspectiva de las cosas, no porque no nos ponemos nosotros de primero, sino que ponemos primero la audiencia. Y, por supuesto, si la audiencia se lleva algo interesante, si aprendieron algo de ti, pues obviamente tú vas a quedar muy bien, no al final de cuenta, la gente va a decir que buena presentación.
Que buen presentado. Segunda. Ilumina tu cara consigue una luz para self elfi, aumenta el brillo y dila hacia tu rostro mientras practicas la luz es en aros. Han bajado de precio, por lo que incluso si no la necesitas para tu trabajo profesional, puedes encontrar una barata. Es decir, no es una gran inversión.
La luz es un recordatorio simple de que la presión está encendida. Aquí, por ejemplo, me acuerdo de las luces en las películas de detectives cuando le ponen esa luz de frente durísimo al sospechoso. Es como una forma de intimidación no. Tercera táctica inusual. Depresión para presentaciones seguras.
Encuentra una sala de práctica. El campo de golf es diferente al campo de práctica. Por eso. Algunos instructores de golf ofrecen rondas de práctica. De manera similar, la mayoría de las personas no practican sus presentaciones en la misma sala donde las harán de verdad. Si tu presentación será en una sala de reuniones, encuentra una sala similar o si trabajas para una empresa con espacio de oficina, reserva tiempo en una sala vacía para repasar tu presentación.
Puede ser que te sientas extraño hablando frente a sillas vacías. Pero el cambio de ambiente te desconcertará. Acostumbrarse a condiciones incómodas aumentará tu confianza para la actuación real aquí, aparte de cambiar ese entor de salirse de la zona cómoda y entrar en un espacio que es diferente, que no es tan familiar para la persona que está practicando la presentación.
Aparte de eso, que me parece interesante. Complemento algo con las sillas. Puedes practicar el contacto visual. Imagínate que son 20 sillas ubicadas en dos filas de 10. Y tú trata de mirar intencionalmente a la primera silla desde el lado izquierdo y empiezas a recorrer silla por silla. Uno, dos, tres, cuatro.
Y tu mirada va hasta la número 10. Digámoslo así de la nave izquierda del escenario. Luego vas a la otra nave donde está la otra fila de 10 sillas y empiezas de izquierda derecha. Uno, dos, tres, cuatro, hasta que complemente la 10. Luego haces el mismo ejercicio desde la silla 10 hasta la uno. En la nave derecha y luego pasas a la nave izquierda haciendo contacto visual desde la silla 10 hasta la silla uno en la nave izquierda es una buena manera también de practicar contacto visual.
Cuarta recomendación que nos da galo juega juegos mentales y sigue con la analogía del golf. Los golfistas profesionales juegan juegos mentales como forzarse a hacer 20 puts de un metro seguidos. Si no estoy mal porque yo no practico golf, el put es embocar la bola en un hoyo. Entonces, aquí está el reto.
Si fallan un put, deben comenzar de nuevo. Es decir, si fallo en el put número 13 o en el dieciseis, tienen que volver a empezar y a hacer 20. Puts meter 20 veces la ola a un metro del hoyo, ya que muchas personas se ponen nerviosas al inicio de una presentación y se tranquiliza más tarde. Galo recomienda este juego mental.
Haz los primeros 30 a 60 segundos de tu presentación sin mirar las diapositivas ni las notas. Planea decir la introducción 10 veces seguidas. Haz una marca de verificación cada vez que la entregues perfectamente. Si olvidas una línea o cometes un error grave, comienza el ciclo de nuevo. Comenzar fuerte te dará confianza para toda la presentación.
Esto es supremamente importante. Porque esos primeros 30 o 60 segundos, si los tienes dominados, si abres tu presentación con claridad con contundencia, vas a ganar la atención rápidamente. Has ganado mucho terreno. Dicen que las presentaciones, sobre todo dejan muy buena impresión al principio y al final.
Así que practica ese inicio para que no arranques con dudas para que no empieces con eh, eh, eh? O con un silencio incómodo. O repitiendo frases en este primer segmento de tu presentación, vas a llamar la atención con una pequeña historia. Vas a decir el nombre de la presentación, los tres puntos principales que sustentan tu presentación o los argumentos principales o cómo se va a desarrollar la presentación.
Eso te lo tendrías que aprender de memoria. Y me parece súper interesante hacer este juego mental de repetirlo de memoria 10 veces seguidas sin equivocarte. Si te equivocas en la séptima, vuelve a empezar. El tema es que esta presión te va a dar mucha confianza y ayudará a combatir tu miedo. Quinta táctica inusual.
Depresión para presentaciones seguras haz una presentación completa sin detenerte. A menos que un golfista haya recibido una penalización, no puede volver a ubicar una segunda pelota para repetir el mismo tiro para una presentación. No puedes detenerte a la mitad de una reunión con un cliente para comenzar la presentación desde el principio.
Debes terminarla así te sientas satisfecho o no con tu actuación. Entonces practica de la misma manera. Una vez que tengas tu introducción perfectamente aprendida, entrega el resto de la presentación sin detenerte. Si no te gusta cómo se ve una diapositiva o cómo sonó un mensaje especial, lo vas a cambiar después de completar la presentación.
Yo aquí hago una trampita chiquita cuando practico presentación con relación a lo que dice carmín galo, obviamente para no olvidarme lo que no me gustó rápidamente. Es decir, si detengo la presentación tres, cuatro segundos, y pongo diapositiva veintitrés, revisar. Opongo cambiar el ejemplo del viaje o complementar con un quinto argumento.
Pongo ese tipo de pistas muy rápido en un cuaderno que tengo al lado, porque es que si no, cuando termine la presentación de 40 minutos de media hora, se me va a olvidar. Entonces, digamos que yo le hago una pequeña variación, hago la presentación sin detenerme de una manera radical. Pero si tengo esos pequeños espacios, esas pequeñas pausas para dejar un recordatorio de lo que tengo que corregir.
Algo importante también acá. Cuando practiquen la presentación completa, algo que hago yo es cronometra. Cronometra es supremamente importante porque de pronto la organización del evento donde estás quizás te dio, digámoslo así, 30 minutos para tu presentación y 15 minutos para preguntas. Y al final de la presentación, te das cuenta que te tardaste por decir algo 56 minutos, es decir, casi el doble de los 30 que te asignaron.
Algo tienes que hacer. Entonces tú ya empiezas a decidir. Bueno, voy a cortar ciertos puntos que no le aportan del todo. Voy a redondear más en esta idea. Voy a cambiar la historia de inicio porque de pronto está muy larga. Estoy poniendo un ejemplo para cada caso. De pronto no es necesario poner un ejemplo para cada caso, sino cada dos casos.
Pongo el ejemplo. Vas decidiendo cómo recortar. Por eso es tan importante tomar el tiempo de tu ensayo.
Sexta recomendación. Consigue una audiencia. Practicar frente a personas reales, incluso uno o dos amigos, es ideal. Sin embargo, es poco realista encontrar una audiencia para cada sesión de práctica. Aquí hay una solución sencilla. Ensaya frente a una audiencia, incluso si es una fotografía. Puedes buscar fácilmente en línea.
Fotos de audiencia usa diferentes imágenes para cada sesión de práctica. Poner la foto en un computador portátil está bien, pero es más efectivo poner la foto en un televisor de pantalla grande. Qué buena idea. Nunca se me había ocurrido. Fantástico. El autor de esta nota carmín galo asegura provee esto en una televisión de 60 pulgadas en casa y el efecto es impactante.
Ver una foto grande de personas mirándote puede hacer que tu corazón lata más rápido lo suficiente como para agregar un poco de presión a una sesión de práctica. Galo concluye su nota. Así. Hay un antiguo dicho que dice la presión crea diamantes. Agregar presión a tus ensayos de presentación te ayudará a destacar también.
Nuevamente, doy el crédito a este artículo seis tácticas inusuales depresión para presentaciones seguras. Su autor es caring galo ha sido publicado en triple w, inc. Com. Pongo el link al artículo original en las notas del show.
Algunas conclusiones de este episodio. La primera, hay tres maneras de asumir una presentación ante el miedo. Hubimos o nos acobardamos en medio de la presentación y quedamos muy mal la segunda llegar con una actitud soadora donde subestimamos la audiencia. Donde creemos que sabemos todo donde no preparamos la presentación.
Y el tercer enfoque o actitud correcta es llegar correctamente preparados, respetar la audiencia, entender que es normal sentir miedo, pero saber cómo manejarlo, convertir ese miedo en una presión, beneficios en un estrés positivo para hacer una mejor presentación, tener ese sus bao y las seis tácticas inusuales de presión para presentaciones seguras.
Las que debes usar cuando practices son primera, respira. Segunda, ilumina tu cara. Tercera, encuentra una sala de práctica. Cuarta, juega juegos mentales. Quinta, haz una presentación completa sin detenerte. Sexta. Consigue una audiencia. Estamos llegando al final de nuestro episodio. Si crees que esta información es de interés para un colega, un compañero de trabajo, un amigo, un familiar.
Por favor comprártela siempre te hago quedar muy bien. Si por asunto del azar, llegaste hasta este podcast, por favor, aseg de seguirnos en tu directorio de podcast preferido. Estamos en todos semanalmente. Publicamos muy buen contenido sobre comunicación efectiva. Yo soy Santiago ríos. Te espero muy pronto en otra entrega de el podcast de 1000 palabras.
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