Este es el podcast de Mil palabras. Episodio 260 se puede aprender la felicidad. Podemos aprender a ser felices. Una profe de la felicidad nos tiene las respuestas. Te damos la bienvenida.
Este es el podcast de Mil palabras, un espacio con ideas, historias y conceptos de comunicación efectiva para ser más exitoso en tu empresa, en tu mundo digital, en tu emprendimiento y en tu vida con ustedes.
Santiago ríos.
Hey, qué tal? Cómo estás que bueno que estés por acá? Me siento feliz para ponerme a tono con el episodio del día de hoy. Feliz de que me escuches de que sin toises feliz que me regales este ratico para compartirte buenas ideas. Recomendaciones. Sobre comunicación efectiva es la propuesta de palabras comunicación efectiva en los negocios digitales, el marketing digital, comunicación efectiva con equipos de trabajo, comunicación organizacional y lo que hemos llamado comunicación con nosotros mismos.
Estamos realmente enviando nuestros cerebros. Sus mensajes que nos ayudan a ser felices será que la felicidad es algo innato o la felicidad se puede aprender. Y lo planteamos desde esa pregunta de si podemos aprender a ser felices, porque ya la pregunta de por qué es importante ser feliz? Yo creo que sobra cierto.
Bueno, en un momento estaremos con nuestra invitada cati cuartas. Ya les digo de quién se trata. Y en un momento, una historia así. Super entretenida, medio violenta, una historia como de película. En serio, no te la pierdas en un momento
bueno, antes de la historia, contarles que nos acompaña en la producción y publicación de este podcast, John e hizo montoya. Hay una serie que me gusta a mí mucho y en estos días me estaba acordando de ella y pensé, tengo que volver a ver esa serie, tratar de repetirme. No sé si episodio por episodio, porque me hace reír mucho y tiene apuntes muy inteligentes.
Estoy como decidido a volver a ver los Simpson. Si mucho de ustedes me imagino que la han visto. No voy a detallar aquí las cosas buenas que tienen los personajes, las situaciones divertidas, en fin. Pero si quiero mencionar algo que me parece fascinante de los Simpson, y es que a veces las historias empiezan por un lado que no tiene nada que ver, va a poner cualquier ejemplo aquí sacado del sombrero.
Por ejemplo, empieza la historia con un conejo que se atravesó en la carretera y el conejo puede causar un accidente. Pero al final, el desarrollo y el nudo de la historia de ese episodio no tiene que ver ni con el conejo ni con el accidente ni con la carretera. Probablemente todo terminó desarrollándose en una pelea en el bar de mo.
Qué sé yo? Las cosas empiezan por un lado, y el giro que terminan dándole de una manera tan justificada es algo que realmente admiro de los guionistas de los Simpson. Bueno, para este episodio, tengo una historia más o menos que va por ahí, como que arranca por un lado y va a terminar en la felicidad. Y la quiero contar porque es una de las cosas particulares que me ha pasado en la vida.
Y voy a advertir primero que no es que me sienta muy orgulloso de esta historia. Me avergüenza un poco porque la historia es algo violenta porque nunca he sido peleador de irme a los golpes con alguien. Si he tenido peleas pero más verbales, no de darme guapas con nadie. Así que debo decir que en cierta manera esto me avergüenza un poco, pero hubo algo de adrenalina en esa noche que quiero compartir en este momento.
Corrí al mes de abril de yo, vivía en la ciudad de nueva York. Estaba terminando de estudiar inglés. Ya llevaba tres meses viviendo en esa ciudad, la cual me había parecido algo caótica. Abrumadora, muy bulla para mi gusto. Y en esos tres meses en un paseo que hice entre nueva York y Boston, conocí Boston y me pareció una ciudad más tranquila, más llevadera.
Entonces ya venía pensando sobre la posibilidad de irme de nueva York hacia Boston, de continuar mi estudio en inglés en esa ciudad porque había cosas de nueva York que no estaban bien. Mejor dicho, la ciudad no me hacía feliz. La decisión estaba prácticamente tomada. Pero hubo un episodio particular que fue el definitivo.
Fue como la gota que rebosó la tasa y que me obligó a tomar la decisión casi que de manera inmediata, cerca a la universidad donde estábamos nosotros, los estudiantes extranjeros que estábamos aprendiendo inglés. Había un bar. El bar era frecuentado por estudiantes universitarios tanto de nuestra institución como de otras universidades de la ciudad.
Un viernes nos fuimos de fiesta para ese bar. Nos fuimos unos seis, siete compañeros, no dispersamos, pero yo me quedé al lado de un amigo argentino y otro amigo de Marruecos. La música que estaba sonando en el bar era rock punk ni wave rápido como para bailar. Casi que para poar. Y había dos tipos gringos que empezaron a poar muy fuerte entre ellos y está bien cada cual, pues, que se dé los golpes que quiera, pero los tipos de manera muy intencional, medio violenta empezaban a acercarse a mis amigos el argentino.
Y el marroquí. Entonces, con la excusa del pogo, terminaban empujándolos, dándoles codazos si una cosa muy violenta y muy molesta. Y los amigos míos estaban como medio paralizados, asustados y no reaccionaban. Y yo estaba a tres, cuatro metros de ellos, observando toda la situación. Viendo como estos gringos se le tiraban a mis amigos a las cargadas y con codazos y a mi me fue entrando como una piedra, como una rabita que en una de esas cargas del pogo cuando cayeron encima de mis amigos.
Pues yo también decidí caer con el codo arriba encima de uno de ellos en la espalda. El tipo se me voltea y me mira con una furia. Me dice algo en inglés, la grosería, obviamente. Y yo en buen paísa le respondí que te paso. Y fue tantas si, para no repetir la grosería aquí. Pues, pero mientras yo iba en el tantas, algo, le repito que no es muy usual en mi ni en el colegio, ni en la universidad ni en el barrio.
Fui así. Pero yo no se por qué se me alboroto la violencia ese día en el bar. Yo le suelto un puño al man en la cara y lo tiro al piso inmediatamente. El amigo viene hacia mí a pegarme y le repito, yo no se porque estaba yo con cierta habilidad o una reacción tan rápida cuando el otro man viene por mi, yo ya tenía la mano una silla y le doy con la silla pa.
En el cuerpo cae el segundo tipo. Siento yo que alguien me agarra del cuello y es uno de estos Bouncer, estas personas que cuidan los bares que controlan quien entra y quien no entra un bar me saca empujones del bar. Y cuando estoy afuera, me encuentro con otro de los adversarios que tenía una botella en la mano también con una reacción felina de mi parte, como si yo fuera Bruce Lee o ya qui chan.
Le mando una patada a la mano donde tiene la botella, le tiro la botella al piso y le acomodo otro puño al man. A esa altura ya se me había subido todo a la cabeza. Estaba obviamente muy bravo. Estaba también inspirado, pero ya me estaba asustando porque esto se podía salir de las manos. Entonces le di la espalda al bar y me dispuse como a irme del lugar de una vez.
Y yo siento por detrás, como decimos en Medellín, un sifron que me han dado en la cabeza un golpe tan duro y yo me volteo y ve un tipo, se lo voy a describir. Era como un pelirrojo de ojos azules de ojos claros con afro gringo. Bravo. Bravo enojado el manera bajito pero grueso, cuajo manga, como dicen en Bogotá, el man súper fuerte.
Y yo le veo la rabia a este man y a mí me entró un medio brote de pánico y yo estaba atontado con el golpe que me acaba de dar por detrás. Y el tipo empieza a pegarme y yo no reaccionaba que alcanzó a dar tres golpes fuertes malucos. Y mientras que el más me pegaba, yo sentía que mis amigos del curso de inglés me gritaban Santiago aquí en Santiago, y yo me dio volte y yo vi que mis amigos estaban en un van y abrieron la puerta de haban.
Ustedes se dan cuenta que estas camionetas tienen una puerta corrediza. Y el carro medio venía de movimiento y este señor seguía dándome golpes. Y yo lo que hago es saltar a laban en movimiento. Obviamente iba a despacio, pues la van, pero yo me alcanzo a tirar a laban clavado, EMB voladora y aterrizo en una de las bancas de laban.
Entonces, im, imagine imagínes la situación. Si yo me clavo en la banca, mis manos quedan al otro lado de la ventana. Y mis pies quedan mirando hacia la puerta corrediza que está abierta en ese momento. Todavía yo me suspiré porque dije ya listo. Me salvé apenas. Yo veo que el tipo el pelirrojo este con afro se monta al marco de la puerta.
El tipo está agarrado del carro más furioso todavía. Y mi única reacción fue. Estirar la pierna, darle una patada entre el pecho y la cara y el tipo cae en la calle. Mi primer pensamiento fue hue puta. Lo maté porque el tipo estaba en la calle tirado a los cuatro segundos. El mal levanta la cara. Cinco segundos más tarde se reincorpora espacio.
Cinco segundos. Más tarde, el man empieza a manotear y a renegar y a gritarle cosas. Les juro que yo creí que iba a pasar como en la película terminator que sale terminator detrás del protagonista, corriendo detrás del carro. Fue muy asustado de verdad.
Qué pena repetirlo. Como les dije, yo nunca he sido violento. No he sido de peleas, pero quería compartir esa pequeña historia. Que me obligó finalmente a tomar la decisión de irme de nueva York a Boston. La llegada a Boston no fue fácil. Y aquí no me voy a extender porque esa historia ya la conté en otro episodio, simplemente contarles que yo creía que el hecho de cambiarme de ciudad me iba a ser feliz.
Y hablando eso con mi madre, me decía mira pods, estar viviendo en un crucero o en un palacio, pero lo externo no es lo que te va a hacer feliz. Tenés que encontrar una manera de adaptarte, de aceptar lo que tenés de encontrarle el lado bueno a las cosas para ser feliz. Y si esta fue mi historia medio forzada con la que quiero presentar el tema de este episodio, se puede aprender la felicidad.
Vamos a tratarlo con nuestra invitada cati cuartas. Les cuento de una vez que Kati tiene un podcast maravilloso al lado de su socia, dana benaroch se llama las profe de la felicidad. Les super recomiendo ese podcast, pero por favor, si lo van a escuchar después de que escuchen completo, este episodio les parece muy bien.
Les cuento quien es cati. Su propósito es inspirar a las personas a que vivan una vida con mayor conciencia, más bienestar y menos sufrimiento. Ella cree que en todo ser humano hay grandeza y potencial por descubrir o maximizar. Le apasiona acompañar a las personas en ese descubrimiento y en esa transformación, Kati a veces es profesora, a veces es coach.
A veces facilitadora también da conferencias y es mediador su convicción y conocimiento parte de experiencias personal. Y resultados positivos con sus clientes. Ha estudiado y trabajado el tema de la felicidad en España, Brasil, chile, Colombia y estados unidos. Se formó y se certificó con el doctor Humberto maturana.
También es alumna permanente del doctor tal Ben chahar certificada por la international coaching Federation. Tiene estudios en arte, terapia mindfulness en un curso de milagros y en temáticas de des. Despertar de conciencia con écart actualmente es docente universitaria en el diplomado liderazgo desde la felicidad, el arte de ser feliz en la universidad pontificia bolivariana de Medellín.
Así que es sin más preámbulos. Se puede aprender la felicidad cati cuartas que ruede el cassette.
Ya estamos con nuestra invitada cati cuartas para hablar de la felicidad y puntualmente a responder esta pregunta que nos hacemos en el episodio de hoy. Se puede aprender la felicidad. Hola cati, que tal cómo estás? Bienvenida al podcast de palabras.
Hola, Santiago, muchas gracias
cati qué significa la felicidad para ti? Y como llegaste a ser una experta en este tema,
te voy a responder que significa la felicidad. Pero quiero aprovechar porque siempre me gusta aprovechar a que tú y tus oyentes. Pié un momentico que significa para ustedes la felicidad, porque hay que irse un poquitito atrás de donde divina esta idea para cada cual de que es la felicidad que se decía en la casa que era la felicidad.
Había alguien en la casa que tú considerabas feliz. Se decía que no sé quién había conseguido. No sé que ella entonces ahora era feliz o que aquel se haya gana la lotería con aquello. Entonces es, es, es importante que vayan mientras yo respondo que ya voy a responder vayan también pensando eso. De dónde viene esta idea?
Esta idea es la felicidad de ese concepto porque es un concepto no? Y para mí, a mí me hace muchísimo eco lo que es la felicidad para San Agustín, Agustín de hipa. Para mí, San Agustín la define de una manera muy bonita. Y me hago como eco de esas palabras, porque la primera parte que el dice de estar contento con lo que se tiene se refiere a esas aceptaciones a tranquilidad de que, bueno, pues es que yo soy así, yo soy así físicamente.
Yo soy así con estos papás con esta familia. Yo soy feliz con con las cosas que no hice nada para obtener, cierto? Entonces, vivo en tranquilidad. Acepto que si no tengo algunas cosas, pues será porque no me sirven para el propósito que yo tengo en esta vida. Entonces, por eso no las tengo. Y eso me da tranquilidad.
Y eso me da la facilidad de estar en un estado más pleno sin estar en la angustia de querer más, de tener más de cambiar cosas. Eso no quiere decir que tenga cosas que cambiar y que esté en este proceso constante. Pero me refieres a que lo que a lo que si está lo abrazo, me gusta con curiosidad. Lo miro.
Aprendo de ello. Y ese estado, para mí es la felicidad.
Muy bien, uno a partir de esa definición, pudiera concluir, pues aquí poniéndome yo de abogado del diablo o de abogado infeliz que entonces no hay derecho a una ambición sana. A alcanzar objetivos, a tener algo más para la vida de uno, porque es simplemente aceptarse con lo que tenemos.
Pero de pronto en la definición que ha por fuera el tema de metas personales, cómo es esto? Cómo puedes complementar de pronto la definición
que bueno que estás por ahí? Me está gustando esta conversación. Me gusta porque. Ojo que las metas y las ambiciones son absolutamente necesarias para yo perseguir mi propósito, sino tengo un propósito para levantarme.
Tampoco soy feliz. Entonces las metas son necesarias y la ambición también. Sabes, cuando las abuelas desean de la ambición sana, bueno, más o menos por ahí van. Yo puedo obtener una ambición sin tener una carencia. No porque yo crea que no es suficiente, que es poquito, es que yo soy poquito, es que yo no tengo cada sino yo puedo ambicionar sin estar de esa carencia.
Y voy a querer cosas mucho mejores, mucho más sanas y mucho más para el otro para mí. Bueno, que eso más adelante. Seguramente nos entraremos por ahí.
Ya regresamos después de estos mensajes.
Este podcast es presentado por el libro electrónico como crear un podcast desde cero para crecer tus audiencias. Es una guía gratuita en la que Santiago ríos compila la experiencia de más de 1300 episodios producidos para algunas de las empresas más grandes de Colombia.
Cómo crear un podcast es desde cero para crecer. Tus audiencias lo encuentras en ww palabras com com. Cuando termines este episodio, te invitamos a escuchar el podcast. Somos canciones, una conversación con gente que sabe de música y llama la música artistas, canciones, géneros y conciertos que recomiendan nuestros invitados.
Historias interesantes en las que la música fue protagonista. Recuerda, somos canciones.
Estamos de regreso a nuestro programa.
Cómo llegaste a este camino para volverte como una conocedora en el tema de felicidad para ser una profe de la felicidad? Como lo mencioné ahora en la presentación del episodio,
hay una respuesta más larga. Hay una más corta mover por la larga. Me dieron ganas de contarte toda la historia. Imagínate que.
Hace 22 años, yo me convertí en mamá y eso en mi desperto un no se que una curiosidad, unas ganas de comprender más al ser humano en toda su extensión. Y me fui por búsquedas espirituales. Quise saber cómo funcionaba el cerebro del niño al bebé. Sabes como podía yo también ahí como colaborar mejor. Y sabes que es suerte que le hice caso en mi mi intuición, porque cuando llegó Samuel venía con un paquetito grande.
Es una bendición disfrazada. Samuel es un niño con las capacidad de una inteligencia superior bastante alta con défi de atención muy marcado y está dentro del trastorno. El expect bautista. Por lo cual tiene muchas dificultades para so socializar a nivel social. El en otros aspectos funciona muy bien, pero este era una clave importante para él.
Vivíamos en España en ese momento y estando en el colegio, estamos en la oficina de necesidades especiales y conocía a otra ma, mamá. Y esa mamá venía con una niña con una necesidades especiales, pero diferentes porque eran de movilidad, no como las de sami, sino de movilidad. Y esta señora me dice a mi yo quiero que me aprenda contigo fotografía.
Yo. Bueno, entre todo vengo yo del arte de el diseño de la fotografía. Ese de ahí venía yo y yo entre todos los todos los brujos, todas las malas cosas que se me ocurrían. Le dije bueno, yo no soy profesora, pero bueno, bueno, yo voy a intentar y que te parece antes que empiez a hacer clases de fotografía según lo que yo estaba haciendo, era encontrando como ese proceso creativo podía sanar, no que podía sacar uno de ahí de ese proceso creativo.
Y de ahí vino ella y vinieron otras niñas, otros niños, y se me empezó a llenar. Pues el estudio de fotografía fue de niños para clases de fotografía donde yo, con todos hacía lo mismo y era, vamos a buscar ahí que sientes que hay lo mismo que te pasa a ti cuando quieres escribir sobre algo. Es porque algo te pasó o porque se te vino o lamento algo.
Entonces yo acaba todo ese proceso creativo. Y resulta que una vez una de las psicólogas de una de las alumna me llama y me dice. Yo quiero saber que está pasando porque ha habido cambios. Yo entré en pánico. Me dio muchísimo susto sin saber a qué se refería exactamente. Y me fui para donde la psicóloga que atendía a mi hijo en esa época con quien todavía tengo relación y trabajamos juntas y bueno, la quiero muchísimo.
Y ella empieza a ver todos estos álbumes de fotografía. Y todo me dice interesante y me dice yo quiero que tengas acá conmigo y entro en su círculo a aprender con ella. Y ellos querían aprender de, mira la metodología que para mí es todo este concepto artístico. Ella lo volvía a todo muy científico. No ob me decía no, aquí estás viendo esta parte del ser a casas haciéndo.
No se que y yo muy en el arte. Esto de trabajar con ella, de estar allí. Me picó el gusanillo de seguir aprendiendo. Y empecé a estudiar técnicas, arte terapéuticas. Y empecé, me hice maestra de mindfulness y estudiado un curso de milagros y seguí trabajando con niños y casi todos, por no decir todos con situaciones bien particulares dentro de respecto.
Autista con difícil atención hip operativos. Entonces a mí esta necesidad personal como de mi hijo, de saber todas las necesidades que él tenía y que yo también podía ayudar a otras mamás y a otros niños. Pues me ayudó a seguir y a seguir formándome ya. Luego nos fuimos a vivir a estados unidos. Y pues me hice coach.
Me certifica como coach, porque acá es necesario, pues, tener ese certificado luego en chile, me certifique con el doctor Humberto maturana, me certifique en conversaciones cooperativas. Y voy uniendo todo esto. Voy uniendo, uniendo, uniendo y apoyando gente siendo coach, siendo arte terapeuta y siendo también, pues, trabajando mucho en conversaciones cooperativas, y me encuentro con el profesor guru de la felicidad con el doctor tal, Ben chahar, y me certifico con el y todavía soy alumna permanente.
En conclusión, ese es. Todo lo que yo voy uniendo. Y ese es la metodología que yo uso para acompañar a las personas que acompaño.
Entonces tuviste éxito, obviamente en la crianza de tu hijo y tuviste éxito con esta otra niña la que le diste clases de fotografía.
Si, si. Vamos a decir éxito a que. Mi hijo en este momento es una persona que funciona completamente bien.
Tiene mucha conexión con sus emociones. Es muy empico. Le encanta todos estos temas. Además, y con esta niña, la niña aprendió a convivir con la mal. Llamada horrorizada, soledad y los otros otros chicos, todos han tenido tuvieron los procesos increíbles, el arte y el amor. La presencia las ganas de ayudar al otro.
Las ganas de querer es que fue un acto de amor definitiva. Les ayudó bastante. Han habido mucho muchos casos de éxito. Sí,
cati muchas personas creen que la felicidad es algo. Innato que cada uno lo tiene por algún la iluminación especial por algún don que le dieron. Tú crees que es posible aprender a ser feliz
si se puede aprender a ser feliz. Y si hay una parte genética, todos conocemos esas personas que desde niños son como que le en el lado bueno, las cosas son positivos.
Sacan adelante situaciones, mira que en el colegio, en lo que sea, si, si hay un porcentaje alto. Un porcentaje alto que cada vez se va definiendo diferente. Pero hay un porcentaje genético, hay un porcentaje del entorno y hay un porcentaje acerca de mis decisiones de como yo voy afrontando las cosas como me acerco.
Y con ese último porcentaje que es mi decisión, yo puedo cambiar mi porcentaje genético. Esto es muy importante. Yo puedo tener un porcentaje genético alto, pesimista, infeliz que ve todo lo negro. Sin embargo, es permeable. Yo puedo empezar a cambiar esto y puedo vencerlo. Eso es un digamo lo como es un como un diagnóstico, pero no es el pronóstico de tu vía.
No es un andato. Entonces sí, se puede aprender a ser feliz que para algunos sea más fácil que para otros. Hay que aceptarlo también.
Cuáles son las herramientas o técnicas que las personas pueden utilizar? Para aprender a ser felices para cultivar la felicidad en su vida cotidiana
como herramientas, la idea es llegar a construir nuevos canales neurológicos.
Y eso se hace a través de los rituales de la repetición de las cosas, no, yo, repito, me lavo los dientes todos los días y yo ya tengo ese. Esto hay construido igual. Si yo soy un pesimista, tengo ese canal también. Todo lo que veo se va para ese canal. Y entonces ahí, pues, reforzando, reforzando, reforzando el cerebro no olvida, pero se le puede reemplazar hábitos.
Entonces yo puedo incorporar nuevos hábitos. Esa es una herramienta que debo de tener en cuenta. Debo tener en cuenta, por ejemplo, trabajar ese narrador interior que tengo. Ese es el primero que me dice todo lo malo que soy. Aquí vamos otra vez, equivocarnos. Tú no vas a ser capaz. Ese narrador me hace ser bastante infeliz.
Esa amente que divaga. Hay un estudio de la universidad de Harvard que justamente se llama así. La infelicidad es la mente que divaga. Es esa amente que todo el tiempo está diciendo cosas que la verdad es que el más del ni son reales. Son más catastróficas de lo que son de verdad y no me hacen ningún bien.
Entonces, ser consciente de lo que yo pienso, los pensamientos ocurren, eso ocurre. Yo no puedo controlar decir que yo controlo un pensamiento como, así que yo controlo mi digestión. Voy a digerir. No, no, no, usted dijere. Voy a pensar no, los pensamientos sur surgen. Sin embargo, yo, si puedo aprender a observar esos pensamientos a transformar, a cambiar, a ser consciente de, estoy teniendo muchísimo este pensamiento tan negativo.
Entonces, una de las formas es, es ese narrador hacerme muy amigo ser un observador de ese narrador otra es. Lo que hablamos al principio que ya me acordé que esto fue lo que me preguntaste y no te lo respondí la aceptación. Entonces tú me dijiste bueno, entonces yo tengo que aceptar, como soy. Oh, que aquí hay algo que me encanta y es la diferencia entre aceptar y resignarse resignarse.
Es una aceptación pasiva. Es una no aceptación pasiva más bien que es lo mismo que resistirme cuando yo me resisto. Esto es una no aceptación activa. Pero aceptar. Es decir, voy a ver esto que me está sucediendo. Voy a aceptarlo como es para no luchar, porque no lo puedo cambiar. Hay muchas máximas de esto.
Existen muchos aforismos que nos hablan de esto de lo que yo no puedo cambiar. Me hace sufrir solamente cambia lo que dame las herramientas para ver lo que puedo cambiar y lo que no puedo cambiar, porque es importante porque es que lo que yo no puedo cambiar, que es esa realidad externa. Yo puedo luchar todo lo que yo quiera, pero no va a cambiar.
O sea tú puedes estar furioso y queriendo cambiar a tu suegra, a tu esposa, a tu hija, a tu vecino, a tu socio. Tú no cambias a nadie. Tú sufres. Entonces soy feliz cuando yo decido que a ese otro no lo cambio. Pero si puedo cambiar mi interpretación, mi percepción, puedo estudiarme un poquito de por qué me molesta tanto esto que me molesta.
Y también puedo entrar en estados más plenos.
Quería así que nos contara sobre más de estos rituales. Ya tenemos uno que es observar el otro es aceptar cuáles son otros buenos rituales que se pueden. Asumir diariamente
conocernos, conocerme que no solamente. Por ejemplo, eso que estamos hablando de cómo funciono yo, cómo funciona un cerebro que pasa con la información que me llega, que pasa en la conexión de mi mente, mi cuerpo, no solamente eso, sino yo conocerme que me molesta.
Y cuando me molesta que me dice mi cuerpo, porque es el primero que me avisa, si tú te das cuenta. Uno, si sabe cuando uno se está enojando, uno, si sabe cuando le entró como en reverso a un comentario, ser consciente de esto, muy consciente de oye, cuando tú tienes hambre. Eres muy furioso y contestas muy feo.
Mira, cuando a ti se contradicen, algo se mueve en en ti. Hay una herita que explota y no está muy bien conocerme como soy yo, que me molesta que me gusta que me saca de un estado no muy bonito. Caminar al área libre. Sentarme ahora una película leerme un buen libro. Estar en silencio, un ratico conocernos es fundamental y no nos conocemos.
Es es increíble. No sabemos que nos gusta y que nos disgusta,
que bueno es una manera de encontrar el contraste en las situaciones que son difíciles. Y aceptar que de pronto, de alguna forma explotamos de la manera que no es conciertos detonantes es observar como tú dices, aprenderlos, entenderlos para al menos tratar de minimizar esos episodios que son molestos.
No cati porque la persona que dice no, no, no, a mi no me importa. No a mi no me da nada. No, no, no, yo estoy bien. Son del tipo de personas que dicen no, no, no, yo estoy por encima del bien y del mal que es una frase a propósito muy odiosa que mucha gente dice. Y yo creo que este tema de ser vulnerables, de entender esa propia habilidad cuando nos disparamos con ciertos detonantes y observamos y creemos que lo podemos corregir, yo creo que vamos por una senda a acertada, diría yo no,
y estás entrando ahí en otro de los puntos que quieres.
Me estás preguntando que querías llegar porque esta frase que se llama permiso de ser humano, que se le aprendía al profesor Ben y el permiso de ser humano. Es maravilloso. Estarnos ese permiso de sentir todas las emociones y saber que las emociones son todas legítimas y son válidas porque son parte de ser humano.
El dice que hay dos personas únicamente que no sienten esa gama completa de emociones que son los psicópatas y los muertos. Yo, si no estamos y no son psicópatas y no estamos muertos, vamos a experimentarlas todas y que dice que no siente está mintiendo porque a todos nos da cuando yo digo, acepto que tengo una tristeza profunda.
Porque hay mucha gente que tiene un golpe en la vida y dice no, pero para adelante para adelante, no soy fuerte y para adelante, cuando yo no acepto, resulta que las emociones van todas. Haz de cuenta por una misma tubería para decir esta cómo esta analogía? La tubería emocional. Cuando yo cierro una emoción, cierro todas las emociones.
Por eso dicen que quien ama mucho también llora mucho, pero también sufre mucho como que puede experimentar la gama de las emociones en toda su extensión cuando yo empiezo a tapar emociones. Voy a atender a después, ni siquiera celebrar ni gozar de las emociones placenteras porque queremos esconder, son las emociones dolorosas que son las que nos han dicho que eso no se siente.
Los niños no lloran las niñas no asombraba. Por eso es que hay que estudiar mucho, que estudiar mucho, mucho eso de las creencias y de todo lo que hemos escuchado. O sea, y eso es importante y ese es otro punto y es, estamos ya listos para escuchar un poquito si las creencias que tenemos todavía todavía nos sirven.
Las creencias que traemos de la familia son parte de como de nuestro clan y en su momento fueron necesarias. Pero hay que revisar si esas creencias sí me hacen todavía a mi eco. Ya no. Y yo decidir ten autenticidad de a mí. Esa creencia que tenía de mis papás no me sirve, era de ellos. Está bien. Y con mucho amor, no la voy a tomar.
Estamos viviendo. En una sociedad donde a menudo se valora el éxito material y profesional y que creo que es parte de lo que venías diciendo de esas creencias que nos ha metido a través de los años en la familia. No digo que sea malo. El éxito material muy bueno, creo yo tener dinero, pero como podemos equilibrar esos objetivos económicos con la búsqueda de la felicidad genuina,
mira, es muy cierto lo que dices, el éxito y la felicidad.
Parece que la gente lo usara indistintamente. Es como que una cosa con la otra no es como que es feliz cuando obtuvo y cuando fue exitoso, hay dos cosas que me parecen a mí importantes y una de ellas es. Si ese éxito no me define a mí como ser humano, no es tan grave. Es decir, si a mi en ese momento en el que a mi me quiten el éxito, yo me desmorono y yo ya no soy nadie.
Estamos hablando de algo grave, algo gravísimo porque tu ser desapareció. Ese que tú eres no ese que tiene. Entonces, en el momento en el que yo no distingo entre lo que soy y lo que tengo, o como me llamo el título, etcétera, estoy en un grave problema y estoy yéndome por el abismo de la infelicidad.
Absolutamente, porque eso me lo pueden quitar. Eso no me define a mí. Por otro lado, salió hace poco un estudio que habla de que las personas exitosas y con dinero son más felices cuando cuando ese dinero lo gasta, no está destinado para otros. Ya sabemos todos que nos han dicho que si son experiencias, es mejor que comprarse un sofá y viajar, pues va a ser mejor viajar todo lo que son las experiencias.
Pero este último estudio habla de que las personas que trabajan porque quieren la motivación es un hijo. La motivación es ser altruista. Es poder tener esto para ayudar, pues me están más cerquita de esa felicidad. Ahora, Santi, hay que tener en cuenta algo muy, muy importante. La gente muchas veces dice yo sería generoso si me gano la lotería, si me sale tal negocio, yo voy a ser generoso.
No, no, no, no. El que es generoso es antes o después. De la misma manera, el que es feliz lo es antes o después. Y eso está demostrado que hay personas que se han ganado la lotería. Hay personas que han tenido el trabajo de la vida. Y luego, pues estos estudios que les los estudian antes, durante y después y se dan cuenta que la persona vuelve a su estado inicial.
Es decir que este éxito no mueve tan profundo como para que tú digas, soy más feliz o menos feliz.
Vamos a meternos ahora con unas preguntas básicas que le hacemos a nuestros invitados. La primera pregunta es que nos cuentes cuál es el mejor consejo que has recibido sobre comunicación. Comunicación efectiva, entendiendo también, obviamente Kati que la felicidad, como vienes explicando muchas veces depende de nosotros o en la mayoría de los casos.
Depende de nosotros de esa comunicación que nos hacemos con nosotros mismos. Pero cuál es el mejor consejo de comunicación que ha recibido? Puede tener relación con la felicidad o no?
La comunicación tiene ver con las relaciones y las relaciones significativas son el predictor número uno de la felicidad y el consejo, pero rey que me han dado a mi es la escucha.
Aprender a escuchar se puede aprender a escuchar y se puede entrenar para escuchar. Y eso es un deleite cuando yo escucho al otro. Me conecto. Le entiendo. Lo siento, me sincronizo. El otro se siente importante. Eso es lo que es comunicar. Comunicar es estar coordin donándonos yo me coordino contigo. Yo espero que tú hables.
Yo te estoy mirando. Veo que tenías una pregunta. Te estoy escuchando, estoy aquí contigo. Te estoy escuchando. Para mí, la escucha.
Cati algo que quieras complementar esta conversación que hemos tenido sobre la felicidad,
algo para complementar, pues nos hemos ido por varias ramas y voy a ver cuál me queda aquí. Pensándolo abierta. Para mí, la principal es que se puede aprender a ser feliz. Que si bien hay que tener voluntad, no se trata de una decisión que me va a despertar mañana y va a ser feliz.
Hay que tener voluntad, pero que hay que trabajar. Hay que ver en qué aspecto es si es en mis creencias, si es con la parte emocional, si es con la parte física, si es con la parte de mi propósito de vida, si es por la parte espiritual que tengo yo, que ajustar para poder sentir, estar pleno y tener un bienestar integral
cati bueno, cuéntame sobre tu nuevo podcast las profe de la felicidad.
Cómo a
va muy bien. Ese proyecto nos tiene emocionad sdana, mi compañera y amiga del alma, y estamos muy contentas en compartir en servir. Es un podcast muy ameno, muy coloquial. Es una conversación entre dos personas apasionadas por este tema con experiencia. Cada una en su ramo. Entonces traemos lo que cada una tiene para compartir para comunicar.
Así que felices, felices, felices. Estamos muy contentas con ese proyecto.
Vamos a dejarles por acá las notas de este show, el link para que consulten para que escuchen el podcast, las profs de la felicidad. Cati encantado de hablar contigo mil gracias por tu tiempo por compartir tu conocimiento sobre ese tema tan bonito que es la felicidad
Santi.
Muchísimas gracias. Que conversación tan rica. Muchas gracias a ti también por acompañar los alientos de proyecto del podcast que estás ahí en primera fila. Y feliz feliz de conversar siempre este tema. Gracias.
Muy bien, que buena conversación con Katy cuartas. Algunas conclusiones importantes. La primera, si se puede aprender a ser feliz la segunda, hay hábitos que podemos asumir diariamente como aceptarnos, conocernos, entender que es lo que nos molesta cati también nos habló de la relación entre el dinero y la felicidad que puede ayudar.
Claro. Que sí, pero no es definitivo. Tienes que aprender a ser feliz con y sin dinero. Si te gustó este episodio, por favor recomienda lo con la gente que más te importa. Tus amigos, tus familiares, tus colegas, tus compañeros de trabajo, siempre te hago quedar muy bien. Y si nos encontraste. Por cuestiones del azar del algoritmo de Google o de cualquier directorio, por favor, síguelos en tu directorio preferido.
Estamos en todos, ya sabes que semanalmente tenemos ideas, conceptos, historias, recomendaciones sobre comunicaciones efectiva en varios campos, comunicación efectiva para ser más felices para vivir mejor, para trabajar mejor. Yo soy Santiago, ríos, pero. Muy pronto en otra entrega de el podcast de Mil palabras.
Gracias por venir.